lunes, 6 de junio de 2011

Y qué va a pasar después?

Imposible de predecir, por supuesto, pero lo que está claro es que el movimiento 15-M ha removido las bases de nuestra sociedad, proponiendo otros valores éticos y demostrando que es posible iniciar una revolución desde la no violencia. Los miles de jóvenes y menos jóvenes concentrados y acampados en decenas de ciudades de España y de Europa han dado una lección de civismo y de democracia, permitiendo que todos los ciudadanos tuvieran voz y voto. Las decisiones tomadas en las asambleas se basan en un consenso de mínimos, es decir, en un mínimo de medidas y propuestas aceptadas por todos los diversos participantes independientemente de sus ideologías y orientaciones políticas. Por el momento, han sido aprobadas cuatro propuestas:
- actuar para reformar el sistema electoral español de modo que no discrimine negativamente a los partidos minoritarios de ámbito nacional
- establecer sistemas de control para vigilar la corrupción en la política
- establecer sistemas de control para garantizar la transparencia en la gestión política y economica
- hacer una división efectiva de los poderes públicos (ejecutivo, legislativo y judicial)
Puede que no parezcan unas medidas muy precisas, pero no debemos engañarnos: som mucho más de lo que parecen. Son el resultado del diálogo entre miles de personas unidas por un sentimiento común: acabar con la corrupción y la manipulación y recuperar el sentido primario de la democracia, es decir devolver al pueblo el poder de decisión, recordar a los políticos que el poder reside en el pueblo y que no es patrimonio de los gobernantes. Como dice Iñaki Gabilondo, no se trata de preguntar cuál es el mensaje del 15-M, sino qué estamos dispuestos a escuchar de ese mensaje.

1 comentario:

  1. Claro que vale la pena involucrarse.
    Me parece muy bien que contribuyas a la difusión de estas ideas.

    Me uno al manifiesto! Ojalá se propage en todos los rincones del mundo!

    Idalith León

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